Augusto Roa Bastos


Perfil biográfico 1917-2005



Augusto Roa Bastos nace el 13 de junio de 1917 en el barrio de Villa Morra, Asunción. Vivirá sus primeros años de infancia en una pequeña casita al lado del ingenio y a metros del río Tebicuary-mi, lugares que tendrán gran influencia en su vida y, posteriormente, en su literatura. Los primeros grados los cursa en la escuela República Argentina, sobre la calle Cerro Corá, y los últimos de primaria en el Colegio San José.


Ante el desarrollo de la Guerra del Chaco (1932-35), junto con un grupo de compañeros se embarca en el vapor Holanda, rumbo al escenario del conflicto, pero son derivados como asistentes de enfermería, ya en los últimos meses de dicho evento bélico.


En plena adolescencia escribe los borradores de su primer cuento “Lucha hasta el alba”, que será revisado y publicado recién en 1979.

En 1942 es empleado del Banco de Londres y se casa con su novia de juventud en Iturbe, Lidia Mascheroni. Con la misma llega a tener tres hijos Carlos Augusto (fallecido al poco tiempo), Mirta y Carlos. Inicia sus labores como periodista en el diario “El País”. Publica su primer libro de poemas “El ruiseñor de la aurora y otros poemas”.


Hacia 1944 integra el grupo literario “Vy’a raity” (Nido de la alegría) junto a Hérib Campos Cervera, Josefina Pla, Óscar Ferreiro, Hugo Rodríguez Alcalá, Elvio Romero, núcleo que jugará un rol fundamental en la renovación del lenguaje poético en el país. Lee a Neruda, García Lorca, Alberti, Juan Ramón Jiménez, así como a Faulkner, Freud, Marx y otros autores. Intensa relación con Hérib Campos Cervera, don Viriato Díaz Pérez y el grupo de actores del Ateneo Paraguayo Asume como Secretario de Redacción en el diario El País, de corte opositor.


En 1947 el diario es atacado y Roa se ve obligado a refugiarse en la Embajada del Brasil donde permanece en calidad de asilado cerca de tres meses hasta que obtiene el salvoconducto que le permite viajar a la Argentina iniciando así un prolongado exilio, al que se sumarán miles de paraguayos luego de la cruenta Guerra Civil de 1947 en que son derrotados los sectores democráticos.



En la Argentina


En Buenos Aires, junto con su familia, sobrevive ejerciendo diversos oficios, hasta que logra el cargo de corrector del diario “Clarín”. Es empleado en la empresa de seguros “La Continental”. Visita Asunción por breve tiempo para estar junto a su madre, gravemente enferma. En 1953 editorial Losada publica su primer volumen de cuentos “El trueno entre las hojas”, que tiene buena recepción de crítica. Amistad con Miguel Ángel Asturias, novelista; Rafael Alberti, poeta; Ernesto Sábato, escritor; Hérib Campos Cervera y Elvio Romero, Carlos Abente, poetas y José Asunción Flores, músico.


En 1960 publica su poemario “El naranjal ardiente” y se publica su novela “Hijo de hombre” ganadora del Concurso Internacional organizado por Editorial Losada. Armando Bó filma varias películas con guión suyo como “El trueno entre las hojas”, “La burrerita de Ypacarai” y “Sabaleros”, entre otras.

Participa en Concepción, Chile, de un encuentro internacional de escritores organizado por el novelista José Donoso y del que participan Carlos Fuentes, Jorge Amado y Pablo Neruda, entre otros. Dicta cursos en Rosario, Santa Fé y Córdoba.


Elabora el guión de la película “La sed” o “Hijo de hombre” dirigida por Lucas Demare, que gana en dicha categoría el primer premio en el Festival de San Sebastián. Trabaja en los guiones de “Shunko” y “Alias Gardelito”, filmados por el director Lautaro Murúa. Amistad con Tomás Eloy Martínez, Noé Jitrik, Horacio Salas, Juan José Saer, Juan Carlos Martini, María Rosa Oliver, Manuel Antín, Alberto Ginastera, Miguel Divinsky.


Visita Asunción en 1966 para participar de un encuentro de escritores organizado por la revista “Alcor”, junto a Mario Vargas Llosa, Gabriel Casaccia y Rubén Bareiro Saguier. Publica su volumen de cuentos “El baldío”. Vive en pareja con la escritora argentina Amelia Nassi Hannois. Edita los cuentos “Los pies en el agua” y luego “Madera quemada”. Estrecha relación con José Asunción Flores, Carlos Abente y Edgar Valdés. Junto a Leopoldo Marechal y Gabriel García Márquez integra el jurado del premio literario Primera Plana-Sudamericana, en 1967.


En 1969 se publica “Moriencia”, cuentos. Visita Asunción para dictar en el ILARI un curso sobre literatura latinoamericana junto con Rubén Bareiro Saguier. Ayuda a organizar una sesión privada del film “El pueblo”, del director paraguayo Carlos Saguier, para periodistas, actores y directores de cine, en Buenos Aires. En 1971 publica “Cuerpo presente y otros cuentos”... Es jurado del premio de poesía “René Dávalos” organizado por jóvenes de la revista “Criterio”. Recibe la beca Guggenheim, que le ayuda a concentrarse en su novela “Yo el Supremo”, iniciada en 1968. Visita Uruguay, asiste a la proyección de “Shunko” y departe con Ángel Rama, Mario Benedetti, Orlando Rojas y periodistas del semanario “Marcha”.


En 1973 culmina su novela más emblemática, “Yo el Supremo”, su estado de salud es delicado. Al año siguiente la editorial Siglo XXI publica la novela inspirada en el Dr. Francia, con dibujo de tapa del gran artista Carlos Alonso. Gran éxito de crítica.



Exilio en Europa


En 1976 a raíz del golpe militar del general Jorge Rafael Videla decide exiliarse en Francia, pasando a ocupar una cátedra en la Universidad de Toulouse, donde enseña guaraní. Fallece su padre, Lucio Roa, a los 95 años.


Visita Caracas, donde viven sus hijos Mirta y Carlos. Presenta allí “El dolor paraguayo”, de Rafael Barrett, con prólogo suyo, editado por la Biblioteca Ayacucho.


En Toulouse participa de la Semana Latinoamericana junto a Julio Cortázar, Bareiro Saguier, Jean Andreu y Juan José Saer.


En ocasión de una visita suya a Asunción en 1979 se publica un cuento de su época de juventud, “Lucha hasta el alba”.


En Toulouse se une a Iris Giménez, hija de exiliados españoles y profesora de dicha universidad, con quien tiene tres hijos: Francisco, Silvia y Aliria. En 1982 es invitado a la Universidad de Maryland a un seminario sobre su obra. Viaja luego a Asunción donde da charlas, siendo expulsado del país por orden del dictador Alfredo Stroessner, acusado de ser un vocero del comunismo internacional y de haber viajado a Cuba. De nuevo en Europa, España le concede la ciudadanía. Se aboca a la escritura de “El Fiscal”. Se edita “Contar un cuento y otros relatos”.


Termina la versión teatral de “Yo el Supremo” en 1984. Preside en Madrid el Encuentro de Jóvenes Creadores Hispanoamericanos y escribe en El País artículos sobre la realidad paraguaya en dictadura.


En 1986 da a conocer su “Carta abierta al pueblo paraguayo” donde preconiza el fin de la dictadura y el inicio de una transición a la democracia tutelada por el Ejército y la Iglesia Católica con apoyo de sectores democráticos. Su labor de difusión de la realidad paraguaya es intensa, recorriendo varios países y generando reacciones de apoyo a ésa causa. En Buenos Aires participa del Primer Congreso Latinoamericano de Escritores junto a Juan Rulfo, Héctor Tizón y Mario Benedetti, entre otros. Establece en ésta ciudad junto a un equipo de colaboradores una agencia de noticias paraguayas para difundir a nivel internacional la labor de los sectores democráticos opuestos al régimen stronista.


En 1987 se realizan en Madrid las “Jornadas por la democracia en el Paraguay”, coordinado por Roa Bastos y María Gloria Giménez, donde concurren por primera vez juntos en un evento, más de 40 referentes del exilio interior y exterior paraguayos, así como personalidad políticas y culturales de Europa. Evento que cuenta con el apoyo del gobierno español y del PSOE. Obtiene en 1988 el Premio de Letras del “Memorial de América Latina”, dado en San Pablo, Brasil, dotado con 100.000 mil dólares.



Fin de la dictadura


En 1989, tras la caída del régimen autoritario, retorna a Asunción siendo recibido entusiastamente por la ciudadanía, círculos de intelectuales y artistas, concitando el interés de los medios de prensa. En España le es concedido por su trayectoria y su lucha democrática el Premio Cervantes, equivalente al Nobel de las letras hispanoamericanas. La Universidad de Toulouse le otorga el título de Doctor Honoris Causa. Sus libros están traducidos a quince idiomas.


En 1992 publica “Vigilia del Almirante”, novela inspirada en la figura de Cristóbal Colón, poniendo fin a casi dos décadas de silencio literario. Escribe artículos para el diario Última Hora de Asunción y dicta charlas a periodistas y jóvenes del interior. Publica en el 1993 una versión re elaborada de “El Fiscal”, novela que completa la trilogía de su enfoque sobre el poder junto a “Hijo de Hombre” y “Yo el Supremo”.


En 1994 da a conocer “Contravida”, novela de marcado tono autobiográfico, centrada en su niñez en Iturbe.


En 1995 publica “Madama Sui”, novela. Le es concedido el Premio Nacional de Literatura concedido cada dos años por el Congreso de la Nación. Se radica definitivamente en Asunción hacia 1996 y se dedica a escribir y dar charlas a jóvenes principalmente del interior. Participa de manera activa en la filmación del film autobiográfico “El portón de los sueños” de Hugo Gamarra Etcheverry.


Diálogo y encuentro con Ernesto Sabato, invitado a la Feria del Libro de Asunción. Es jurado del Premio Clarín de Novela.


En 1999 sufre una delicada operación cardíaca en el Sanatorio Favaloro de Bs. As., donde recibe mensajes de adhesión de Adolfo Bioy Casares, Mercedes Sosa, Elvio Romero y otros destacados referentes. De retorno a Asunción publica “Metaforismos”.


En el 2000 es invitado de honor de la Universidad Alcalá de Henares, España, que cumple cuatro siglos de existencia.


Visita Cuba en el 2003, dicta charlas y recibe la condecoración “José Martí” de manos del presidente Fidel Castro. Invitado a Buenos Aires es condecorado por el canciller Rafael Bielsa.


Hacia el 2004 trabaja en la terminación de su novela “El país detrás de la lluvia” y en los “Proverbios rebeldes”. Crisis grave de salud. Es galardonado por el gobierno chileno en el marco del centenario de Pablo Neruda.


El 26 de abril de 2005 fallece en Asunción, tras una caída en su departamento, a los 87 años. Miles de personas asisten a su funeral y luego a su entierro, saludando el paso del féretro a su paso por la avenida Mariscal López, en un espectáculo de imponente repercusión ciudadana, pocas visto en el país.


Queda inconclusa su novela “El país detrás de la lluvia”, cuyo paradero se desconoce y el libro de aforismos “Proverbios rebeldes”. Deja inéditos “Elisa Lynch y Pancha Garmendia”, libreto para teatro y ópera, así como un guión para ballet, editados póstumamente en “El libro de los libros de Augusto Roa Bastos”... Sus hijos Mirta y Carlos Roa anuncian la creación de la Fundación “Augusto Roa Bastos”, la que tiene vigencia legal desde el 2007, con sede en Asunción.



Elaborado por el periodista Antonio V. Pecci.
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